En el Músical de Los 40

Hola personajillos:

En este post paso a relatar la noche en la que fuí con Isa al Teatro Rialto para ver el Músical de Los 40.

Bueno, en primer lugar, es digno de destacar la suerte con la que vino Isa a Madrid. Después de dos semanas de un tiempo esplendido, el día en que llegó ella empezó a llover y a hacer frío. También, justo nada más llegar, hubo un tráfico insufrible en nuestra calle. La maldición de la gitana de El Retiro.

El músical estuvo muy bien. Bueno, a decir verdad, la trama tampoco era de Oscar pero para ser algo relacionado con los 40 Principales, va bene. Además, tuvimos la suerte de que no había mucha gente y pudimos disfrutar la mitad de la función en unas butacas mejores que las que pagamos. A lo alicantino... Por cierto, nunca mais en el Teatro Rilto, tuve que sacar las piernas por las butacas de enfrente, que estrecheces.

Al salir nos fuímos directos para casa porque el metro por la noche en Madrid cierra demasiado pronto. Nada más bajar, en el andén, nos recibió un inquietante olor. Era algo ácido y dulce a la vez. Mmmm... ¿Qué podría ser? Nuestras dudas quedaron resueltas cuando vimos que todo el mundo huía despavorida hacía un lado del andén. En ese lado maldito únicamente quedaba un ser. Una presencia extraña. Pobre chica, ella sola en un banco y no se había percatado de esa fragancia... Un momento, todo el mundo a un lado, ella sola... ¿Qué es eso en el suelo?...

(Joder, parezco un músical con tanta pausa)

Pues sí, señores, la cuarta parte del PIB de la Guayana Francesa esparramado en el suelo. Esa pobre señorita (o tubería, manguera o como queráis llamarlo) había vomitado como 7 menús de McDonald's, 7 platos de ostras, 4 chuletones, 2 botellas de vino y 3 latas de Whiskas (por el color). En la vida había visto una potada semejante, que olor, que fragancia, que textura... Nunca, en mis botellones y demás actividades etilicas había visto que hubiera casi más sustancia fuera que dentro, esa chica perdió su alma en la parada de la línea 1 de la Gran Vía... Oremos....

Fin de la transmisión, gentuza.

13 líneas para relatar un potado, seguimos subiendo el nivel.