sábado, 20 de noviembre de 2010

El derrumbe


El día en el que casi morimos sepultados...

Lectores, volvemos a tener problemas con los vecinos... recuerdo el día que firmamos el contrato, los caseros nos aseguraron que estaríamos tranquilos, los vecinos eran mayores y no darían follón... ahora me pregunto, ¿¿por qué no les haríamos incluir eso en el contrato??

El viernes, después de llegar del curro (a las 3 de la tarde) quería pegarme esa siesta tan merecida antes de comer, pero a la vecina de arriba no le pareció buena idea. Unos golpes fortísimos me daban la bienvenida a casa... parecía que estaban levantando el suelo o directamente demoliéndolo. Dos horas después ya habían parado, pero me temía lo peor...

Y ¡sí! estaba en lo cierto, sábado a las 9:30 de la mañana... los golpes volvían... esta vez más fuertes. Es más... creía tenerlos en mi habitación, era imposible intentar descansar (ahora nos j*dían el sueño a los dos). Cansado de estar en la cama soportando esos ruidos propios de la II Guerra Mundial decidí ir al sofá a ver la tele (sí, verla, porque lo que se dice oír...).

20 minutos después... el techo de mi habitación se cae al suelo... por suerte los escombros no rompen mi vajilla de porcelana, pero sí dejan la habitación como si Falete hubiera entrado en casa de la bruja de Hansel y Gretel. Realmente queda muy bien la mierda de 700 años, que tiene el piso encima de mi cama aun caliente...

El caso es que unos fontaneros, la versión ecuatoriana de Manolo y Benito, buscaban una tubería que se les escapaba entre piso y piso. Y que, evidentemente, no encontraron... Al menos se dignaron a asomarse por el agujero y "saludar" para ver si había víctimas... Pese a que la dueña del piso (esa gran vecina) les insistía con que no había nadie en casa, bajaron a recoger el escombro... ¡No vecina del 4ºB, tampoco tú has conseguido acabar con nosotros!

Imagino que mañana a las 9 volverán los fontaneros a buscar esa tubería, espero que esta vez toquen el timbre (y no den tantos golpes) antes de entrar en casa...




7 comentarios:

  1. Esas son las típicas desgracias que uno se imagina una vez que podrían pasar pero siempre las descartas por imposibles, como que te salga una serpiente del retrete.

    Pero reconfórtate, ayer no era tu día. Eso es bueno.

    Me pido dormir en el salón!

    Fdo: Anónimo Guillén

    pd: jaja

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  2. gracias, ahora siempre miraré el váter antes de sentarme...

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  3. Jajajajaja, sé que no es gracioso reirse de las desgracias ajenas, pero jou...lo contais tan bien :D

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  4. jajjaja pobrecico mi catraleño!!

    ÁNIMOOO

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  5. xDD
    tranquilas, no hubo víctimas
    sólo mi sueño...

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  6. da gracias a que decidiste ir a "ver" la tele...

    :D

    nos hubiesemos quedado sin alex! :(

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  7. el próximo ladrillo, que le caiga a hugo en la cabeza...

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